Cadena lógica y evolutiva que explica por qué los seres humanos tendemos a
enfocarnos más en lo negativo que en lo positivo.
1. Afinidad por los falsos positivos
¿Qué es un
falso positivo?
Es cuando creemos que algo es una amenaza cuando en realidad no lo es. Por
ejemplo, pensar que un ruido entre los arbustos es un depredador cuando en
realidad es el viento.
¿Por qué
tenemos afinidad por ellos?
En términos evolutivos, era más seguro asumir que había peligro, aunque fuera
falso. Mejor equivocarse por exceso de precaución que no reaccionar y morir.
Este tipo de error no costaba la vida, mientras que un falso negativo
(ignorar un peligro real) sí podía hacerlo.
2. Estrategia adaptativa
Dado lo
anterior, nuestro cerebro evolucionó para priorizar las señales de
peligro. Esta preferencia se consolidó como una estrategia adaptativa,
es decir, un mecanismo que aumentó nuestras probabilidades de sobrevivir como
especie.
Conclusión:
Estar “hiperalerta” a lo negativo fue útil para sobrevivir en entornos
hostiles.
3. Favorece el mecanismo cognitivo
Esa estrategia
se consolidó en nuestro modo de pensar: nuestros sistemas de atención,
memoria y percepción fueron moldeados por esa necesidad de detectar
peligros.
Esto quiere decir que:
- Prestamos
más atención a lo negativo.
- Recordamos
más los eventos desagradables.
- Procesamos
más rápido la información amenazante.
4. Sesgo de negatividad
Todo lo
anterior desemboca en un fenómeno bien conocido en psicología: el sesgo de
negatividad.
¿Qué es?
La tendencia a darle más peso a lo negativo que a lo positivo. Por ejemplo:
- Una
crítica duele más que lo que alegra un elogio.
- Recordamos
más una traición que diez gestos amables.
- Las
noticias malas captan más atención que las buenas.
Este sesgo
sigue presente hoy, aunque ya no vivamos entre depredadores. Afecta nuestras
relaciones, nuestras decisiones y hasta nuestra visión del mundo.
En resumen:
La imagen
explica cómo, a través de la evolución, el cerebro humano desarrolló una
preferencia por detectar amenazas (falsos positivos) como una estrategia
adaptativa. Esto moldeó nuestros procesos mentales y generó un sesgo cognitivo
que nos hace más sensibles a lo negativo.
FALSOS POSITIVO Y SESGO DE NEGATIVIDAD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario