Se cuestiona un prejuicio muy extendido: la idea de que la cultura digital empobrece el pensamiento. Se plantea, en cambio, que los niños actuales tienen más pensamiento crítico y mayor capacidad de aprendizaje complejo que generaciones anteriores. Se desglosa y fundamenta desde varios ángulos.
1. Cambios en el contexto social y cultural
- Mayor
acceso a la información: antes el conocimiento estaba mediado casi
exclusivamente por la escuela y los libros; hoy un niño de 11 años puede
consultar en segundos lo que antes requería bibliotecas y expertos.
- Mayor
capital cultural familiar: los hogares actuales (en promedio) cuentan con más
escolarización parental, mejor nivel socioeconómico y mayor exposición a
medios, lo que amplía el entorno estimulante.
- Tecnologías
interactivas: no solo reciben información, sino que la
manipulan, la transforman, la comparten y la discuten. Esto favorece habilidades de análisis y síntesis.
2. Pensamiento crítico en la generación actual
- Exposición
a múltiples perspectivas: YouTube, redes, foros y videojuegos los enfrentan
a diversidad de voces, narrativas y lenguajes. Esto fomenta la comparación
crítica (“¿cuál es la fuente más confiable?”, “¿quién tiene razón?”).
- Capacidad
de detectar incongruencias: los niños y adolescentes actuales suelen
identificar con rapidez incoherencias en discursos, especialmente cuando
circulan en entornos digitales donde abundan “fake news” o ironías.
- Habilidades
de resolución de problemas: juegos en línea, programación básica, uso de apps
y plataformas les enseñan a resolver problemas de manera autónoma y en
red.
3.
Aprendizaje complejo
- Aprendizaje
multimodal: combinan texto, imagen, audio, video e
interacción. Esto multiplica rutas cognitivas y fortalece conexiones
neuronales asociadas a la integración de información.
- Colaboración
en red: aprenden
juntos en comunidades virtuales (foros de gamers, grupos de estudio, redes
sociales). El aprendizaje colaborativo es más natural y más complejo que
el individualismo lector de antaño.
- Neuroplasticidad: los
estímulos tecnológicos variados (simultaneidad de imagen, texto, sonido,
interacción) ejercitan procesos cognitivos múltiples (atención alternante,
memoria de trabajo, flexibilidad cognitiva).
4.
¿Dónde surge la confusión?
- Cuando se
compara la lectura lineal de libros impresos con la lectura
digital fragmentada, parece que antes se pensaba “mejor”.
- Pero si
miramos qué hacen con la información, los niños actuales:
- Relacionan saberes diversos.
- Cuestionan autoridades más rápido.
- Aprenden
a través de ensayo-error con herramientas tecnológicas.
- Usan el
pensamiento crítico de forma más cotidiana (en redes, juegos, chats,
debates digitales).
5. Una visión de síntesis
No es que una
generación “lee mejor” y otra “peor”:
- Generaciones
anteriores desarrollaban fortaleza en lectura profunda,
concentración prolongada y pensamiento abstracto lineal.
- Generaciones
actuales
desarrollan fortaleza en pensamiento crítico distribuido, integración
multimodal, resolución de problemas complejos y aprendizaje autónomo.
Ambas son
formas de inteligencia complementarias, pero tu postura subraya que el
entorno actual estimula más el pensamiento crítico cotidiano, gracias a la
tecnología y al mayor capital cultural.
👉 En resumen: lejos de debilitar el pensamiento
crítico, la cultura digital y el mejor contexto socioeconómico han potenciado
en los niños actuales la capacidad de cuestionar, relacionar y aprender de
manera compleja. La clave no es oponer “lectura profunda” vs. “lectura
superficial”, sino reconocer que el tipo de pensamiento crítico que emerge hoy
es distinto, más multimodal, rápido y situado en redes.
Tabla
comparativa generacional que muestra las diferencias en habilidades
cognitivas dominantes entre los niños de antes (pongamos hace 30–40
años) y los de ahora.
Comparación generacional de
habilidades cognitivas y formas de pensamiento
Aspecto |
Generaciones anteriores (lectura en papel) |
Generaciones actuales (cultura digital y audiovisual) |
Acceso a la información |
Limitado a
libros, revistas, enciclopedias y la escuela. |
Inmediato y
casi ilimitado (internet, apps, videos, foros). |
Tipo de lectura |
Lineal,
extensa, sostenida; libros y textos largos. |
Fragmentada,
multimodal: subtítulos, chats, memes, redes, interfaces digitales. |
Concentración |
Alta en
tareas prolongadas (leer 200 páginas, estudiar de manuales). |
Alta en
tareas múltiples y rápidas (multitarea: leer subtítulos, interactuar en
juegos, responder chats). |
Pensamiento crítico |
Más asociado
al estudio académico y a debates formales. |
Se ejercita a
diario: cuestionar fuentes, detectar “fake news”, comparar versiones en
internet. |
Aprendizaje |
Predominantemente
individual y guiado por docentes. |
Colaborativo,
en red, con autoaprendizaje (tutoriales, comunidades online). |
Resolución de problemas |
Basada en
teoría y aplicación secuencial. |
Basada en
ensayo-error, exploración digital e integración de herramientas diversas. |
Capital cultural |
Dependía
mucho del nivel educativo de la familia y del acceso a bibliotecas. |
Más
democratizado: incluso familias con menos libros tienen acceso a internet,
películas, apps educativas. |
Habilidades dominantes |
Lectura
profunda, abstracción lineal, memorización estructurada. |
Flexibilidad
cognitiva, integración multimodal, rapidez de análisis, pensamiento crítico
cotidiano. |
👉 En síntesis:
·
Antes predominaba el pensamiento lineal y concentrado.
·
Hoy predomina el pensamiento crítico en red, flexible
y multimodal.
.
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