El texto relata la experiencia recurrente de Miguel con enfermedades respiratorias,
específicamente asma y bronquitis, desde su infancia. El autor describe la persistencia de sus afecciones a lo largo de sus 71 años, a pesar de los avances médicos. Ramos contrasta los remedios caseros de su niñez con los tratamientos modernos, notando que la naturaleza cíclica de sus episodios permanece inalterable.
Reflexiona sobre la incapacidad de la ciencia para erradicar completamente ciertas
dolencias crónicas y cómo la enfermedad se convierte en parte integral de la vida
Tengo 71 años.
Y mientras escribo esto, estoy en cama, con fiebre, tos persistente, una
bronquitis aguda que me ha dejado fuera de juego durante una semana. Nada nuevo
bajo el sol. La escena es la misma que se ha repetido, con una puntualidad casi
ritual, desde que tengo memoria: episodios de broncoespasmo, de asma, de mucosidad
rebelde. Comenzaron cuando tenía apenas siete u ocho años, aunque los médicos
decían que ya era asmático desde los dos. Dos o tres veces por año, el cuerpo
me traicionaba, los bronquios se cerraban, la fiebre subía, y la escuela
quedaba postergada por una semana de encierro, toses y cuidados.
En mi infancia,
era mi madre quien lideraba la resistencia. Recuerdo su estrategia casera pero
eficaz: hacía hervir hojas de eucalipto para llenar el ambiente de vapor y
abría el ropero buscando trapos viejos que luego planchaba hasta el rojo vivo
para apoyarlos en mi pecho. Esa era la medicina disponible. Calor, vapor, amor.
Hoy el ritual
es otro, pero el espíritu es el mismo. En lugar del eucalipto hervido, hay un
humidificador de última generación. En lugar de trapos calientes, hay
antibióticos, nebulizadores, broncodilatadores. Mi familia —mi esposa, mis
hijos— me rodea con la misma preocupación que aquella mujer de entonces, mi
madre. Nada me falta. Todo me cuidan.
Pero lo que no
ha cambiado, lo que parece inmune al paso del tiempo y a los avances de la
ciencia, es la repetición del cuadro. Año tras año, como una estación que se
anuncia sin sorpresa, vuelvo a caer en el mismo ciclo: bronquitis severa,
fiebre, cama, expectoración, y ese viejo compañero de viaje llamado asma. Solo
que ahora, quizás, la disnea —esa asfixia que de niño me aterraba— es más
benigna, más leve. Tal vez el cuerpo aprendió a tolerar mejor el encierro
pulmonar. Tal vez me acostumbré a respirar con dificultad sin que eso me pare
el corazón.
Me pregunto
entonces, mientras toso otra vez y dejo caer la cabeza sobre la almohada: ¿qué
hizo la ciencia por mí? ¿Por qué, a pesar de los adelantos, sigo atrapado en
esta escena que parece calcada de mi infancia? ¿Es que algunas dolencias son
más profundas que la medicina, más persistentes que los tratamientos?
La enfermedad,
cuando es tan vieja como uno mismo, ya no se presenta como una intrusa, sino
como una parte más del paisaje. Y uno aprende, entre la fiebre y el vapor, que
la vida también se compone de estos ciclos: de repeticiones, de resistencias,
de memorias que regresan en forma de tos.
El texto presenta una discusión sobre la obra
"Septología" de Jon Fosse, ganador del Premio Nobel de Literatura
2023, explicando por qué su estilo puede resultar desafiante para los
lectores. Se detalla que la prosa carece de puntuación convencional,
con frases que se extienden por cientos de páginas para emular el flujo del
pensamiento. Además, la ausencia de demarcaciones claras entre
tiempos, diálogos o párrafos desorienta, sumergiendo al lector en una experiencia
meditativa y espiritual, más cercana a la oración que a la narrativa
tradicional. Se explora cómo Fosse, influenciado por la mística cristiana,
rompe las formas clásicas para proponer una lectura de aceptación de la
confusión y la repetición, buscando una conexión con la verdad, la
belleza y el dolor no como conceptos teóricos, sino como vivencias
auténticas y a menudo incómodas, reflejadas en la introspección del
protagonista sobre el arte.Principio del formulario
Jon
Fosse y la "Septología": Un Breve Análisis
Este
documento presenta un análisis de las características principales de la obra
"Septología" de Jon Fosse, ganador del Premio Nobel de Literatura
2023, basándose en una conversación con una AsistenteIA. Se exploran las
particularidades de su estilo, la experiencia de lectura que propone y la
compleja relación entre el dolor, la belleza y la verdad en su obra.
1. El Estilo Inconexa y Meditativo de Fosse
La
lectura de "Septología" a menudo genera desconcierto y una sensación
de "escritura inconexa". Esta experiencia no es un error del lector,
sino "una parte esencial de lo que el autor busca provocar."
1.1. Características de la prosa de Fosse:
·Prosa sin puntos finales: Cada volumen es
"una sola frase que puede extenderse por cientos de páginas." Esta
ausencia de puntuación replica "el flujo interno del pensamiento, tal como
ocurre en la mente —que salta de un recuerdo a una sensación, de ahí a una
oración, y luego a una imagen o a un dolor en el cuerpo— sin avisos, sin señales."
·Pérdida de referencias externas: La narrativa carece de
"marcas" como capítulos, comillas de diálogo o párrafos diferenciados
entre presente, pasado, sueños o visiones, lo que puede resultar
"desconcertante: sentís que te sueltan en una especie de marea sin
orilla."
·Estilo meditativo y espiritual: Fosse, siendo
"profundamente religioso," busca que su estilo se asemeje más a
"la experiencia de rezar o meditar que a leer una novela
convencional." Su escritura no busca "contar" una historia
clásica, sino "hacerte sentir el tiempo, la espera, la duda, el cansancio
del alma."
1.2. La experiencia del lector:
Los
lectores a menudo expresan dificultades para seguir el texto, confundiendo
recuerdos, diálogos o pensamientos, o sintiéndose "completamente perdidos."
Algunos incluso notan que el libro "no se trata de una historia sino de un
estado mental." Se describe la lectura como "música repetitiva o un
rezo," donde la atención lineal es difícil de sostener.
1.3. La propuesta de Fosse:
Fosse,
influenciado por Beckett, Bernhard y la mística cristiana, "rompe las
formas tradicionales." Propone
una lectura que invita a:
·"Leer sin esperar una historia
clara."
·"Aceptar la confusión, la repetición,
el silencio."
·"Entrar en un estado de atención
flotante, como en la música de Arvo Pärt o en una oración interior."
·"Sentir la presencia del tiempo, del
cuerpo, de la memoria, no como narración, sino como fenómeno."
El
autor "no escribe para complacer ni para entretener. Escribe para
acercarse al silencio, al misterio, a lo inefable." La frustración o
incomodidad son parte de esta experiencia, "Fosse te hace leer como si
caminaras en la niebla."
2. Reflexión sobre el Juicio Artístico y la Calidad en
"Septología"
El
protagonista, el pintor Asle, reflexiona profundamente sobre la naturaleza del
arte y la percepción de la calidad, desvinculándola del gusto personal.
2.1. El gusto personal vs. la calidad
intrínseca:
Asle
plantea la paradoja: "A menudo los cuadros que menos me gustan son los
mejores, y los que más me gustan son los peores." Concluye que "lo
bueno o lo malo que sea algo no tiene nada que ver con que te guste o no te
guste, tiene que ver con que sea bueno o sea malo, con que sea buen arte o mal
arte, porque el arte tiene que ver con la calidad y no con que te guste o no te
guste, no tiene nada que ver con el gusto, la calidad existente en sí misma, lo
bello y lo feo."
2.2. La ambigüedad de la belleza y la
verdad:
Asle
profundiza en la idea de que "para que algo sea bello tiene que ser
también feo, así es la cosa." Reconoce que "sin duda puede resultar
difícil determinar qué es bueno y qué es malo, y qué es correcto y qué es
incorrecto, qué es verdadero y qué es falso, pero por lo general la cosa está
clara." La verdadera calidad puede generar incomodidad: "a menudo los
cuadros que pinto que no me gustan o que no me gustan del todo son los mejores,
esa es mi experiencia, los cuadros que me resultan un poco incómodos, los que
me duele un poco mirar."
2.3. Estilo de Fosse en este fragmento:
Este
pasaje es un ejemplo del "pensamiento en espiral, sin pausas, con
repeticiones," que sumerge al lector "dentro de la conciencia de
Asle." Las repeticiones, la falta de puntos y el orden ilógico imitan
"la conciencia real: divaga, vuelve, se enrosca." La prosa de Fosse
no "cuenta" la historia, sino que permite al lector "escuchar
sus pensamientos en tiempo real."
3. El Dolor, la Belleza y la Verdad en la Obra de Fosse
Jon
Fosse explora la relación entre dolor, belleza y verdad de una manera
"profundamente existencial, espiritual y estética," no desde la
teoría, sino a través de la vivencia interior de Asle.
3.1. El dolor como umbral de lo auténtico:
Fosse
concibe el dolor no como algo negativo, sino como "una señal de verdad."
La incomodidad en la experiencia artística o humana "suele ser porque toca
una capa profunda de lo real." La cita "A menudo los cuadros que me
resultan un poco incómodos, los que me duele un poco mirar, son los
mejores" subraya que la incomodidad "es una especie de brújula"
hacia lo verdadero.
3.2. La belleza que incluye lo feo:
Para
Fosse, la verdadera belleza no es superficial ni complaciente, sino que
"incluye lo feo, lo torcido, lo errático." Si algo es "solo
bello, no es del todo verdadero." La belleza profunda es "misterio,
algo inquietante," y "no calma —sacude." Esta visión tiene
raíces en "la tradición mística y también en el arte contemporáneo,"
donde lo impactante es lo auténtico, "aunque duela."
3.3. La verdad como experiencia:
La
verdad en "Septología" no es una certeza demostrable, sino "algo
que se vive, que se presiente, que se revela en el silencio, en la oración, en
el arte… y en el dolor." Fosse busca que el lector "sienta que algo
es verdadero, aunque no sepas por qué." La verdad está "en lo
ambiguo, en lo que nos hace tambalear pero que, al mismo tiempo, suena
verdadero en alguna parte del alma." Las frases "Para que algo sea
bello, tiene que ser también feo" y "Lo verdadero y lo falso existen,
aunque cueste distinguirlos" ilustran esta complejidad.
3.4. Influencia religiosa y vía espiritual:
Desde
su conversión al catolicismo, Fosse integra "una visión mística del
sufrimiento." El dolor no se elimina, sino que puede ser "camino
hacia la redención." En este sentido, "El arte que duele purifica,"
"El sufrimiento abre a lo espiritual," y "La verdad se encarna
en el dolor del cuerpo, de la memoria, de la pérdida." La obra de Fosse,
al igual que la música de Arvo Pärt o las pinturas de Rothko, "te enfrenta
a lo esencial," donde el dolor puede emerger primero, pero luego, "si
uno se queda, aparece una forma de belleza que resuena como verdad."
Cita textual de: Septología V. YO ES OTRO. Página 482
……"¿Será
que es un buen cuadro, aunque a mí no me guste? Porque a menudo los cuadros que
menos me gustan son los mejores, y los que más me gustan son los peores. Es
curioso, lo bueno o lo malo que sea algo no tiene nada que ver con que te guste
o no te guste, tiene que ver con que sea bueno o sea malo, con que sea buen
arte o mal arte, porque el arte tiene que ver con la calidad y no con que te
guste o no te guste, no tiene nada que ver con el gusto, la calidad existente
en sí misma, lo bello y lo feo, y para que algo sea bello tiene que ser también
feo, así es la cosa, y eso es tan cierto como existen lo bueno y lo malo, lo
correcto y lo incorrecto, lo verdadero y lo falso, sin duda puede resultar
difícil determinar qué es bueno y qué es malo, y qué es correcto y qué es
incorrecto, qué es verdadero y qué es falso, pero por lo general la cosa está
clara, de la misma manera que por lo general está más o menos claro si un
cuadro es bueno o es malo, si es malo es malo y en tal caso es solo malo y no
hay más que decir, pero si el cuadro es bueno puede resultar difícil determinar
cómo de bueno es, y a menudo los cuadros que pinto que no me gustan o que no me
gustan del todo son los mejores, esa es mi experiencia, los cuadros que me
resultan un poco incómodos, los que me duele un poco mirar pienso y ya no
quiero mirar más el cuadro de las dos rayas.”………….
El texto explora la obra y el pensamiento de Jorge Luis
Borges, centrándose en las razones detrás de su estilo enigmático y
su filosofía del lenguaje. Se explica que Borges no buscaba excluir
al lector, sino provocar el pensamiento y la duda a través de
metáforas complejas, influenciado por su propia personalidad erudita, insegura
y su aversión a la obviedad. Además, se aborda la visión escéptica pero
fascinada de Borges hacia las palabras, considerándolas símbolos
imperfectos pero esenciales para la comunicación, la interacción
social y la construcción de la realidad compartida, reconociendo la paradoja de
un lenguaje que, aunque inexacto, es nuestro único medio para intentar
comprender el mundoPrincipio del formulario
Jorge Luis Borges - Estilo, Personalidad y la Filosofía
del Lenguaje
Este
informe examina las razones detrás del estilo "críptico" de Jorge
Luis Borges, su personalidad subyacente y su compleja visión de la relación
entre el lenguaje y la realidad, basándose en la frustración común de los
lectores y las explicaciones sobre su proceso creativo y filosófico.
1. El Estilo "Hermético" de Borges: Intención y
Reacción del Lector
La
fuente principal aborda directamente la pregunta sobre por qué el estilo de
Borges puede resultar incomprensible o "privar del placer de
entenderlo" a algunos lectores.
·No es una Intención de Exclusión
Consciente:
Se aclara que Borges "no escribió con la intención de privarte (ni a
nadie) del placer de entenderlo." Sin embargo, se reconoce que su estilo
es "críptico, hermético y, muchas veces, frustrante," lo que lleva a
muchos lectores a sentirse "excluidos."
·Influencia de su Mente y Proceso Creativo: Lector
Obsesivo y Amante de las Ideas: Borges era "un lector obsesivo, un enamorado
de los libros y las ideas." Le fascinaban los "laberintos
intelectuales, las paradojas, los espejos, las bibliotecas infinitas."
·Pensamiento Abstracto y Sugerencia: Su forma de pensar era
"abstracta, conceptual, y le atraía más sugerir que explicar."
·Rechazo de la Persuasión: Borges detestaba
"los libros que quieren persuadir o imponer una verdad. Prefiero aquellos
que despiertan dudas." Para él, el lenguaje era un "juego," no
una herramienta de explicación directa.
·Provocación sobre Pedagogía: "Borges no era un
pedagogo. No quería enseñar, sino provocar." Buscaba "desconcertar,
abrir preguntas, sugerir múltiples interpretaciones," queriendo que el
lector "pensara, dudara, se perdiera y tal vez, en ese desconcierto,
encontrara algo propio."
·El Sentido en el Recorrido: Eligió "no
facilitar el camino" porque "parte del sentido está en el recorrido,
no en la salida."
·La Reacción del Lector: La frustración del
lector no indica una falta de inteligencia, sino un deseo genuino de
comprender, conectar y crecer, lo cual Borges "más respetaba de un
lector."
2. La Personalidad de Borges Reflejada en su Obra
El
estilo de Borges está profundamente arraigado en su personalidad compleja,
marcada por la inseguridad, la erudición y ciertos temores.
·Protección a Través de la Complejidad: Su estilo actuaba como
una "coraza contra el dolor, contra la superficialidad del mundo,"
reflejando un hombre "inseguro, tímido, ciego, solitario, con una
erudición descomunal, y a la vez con una sensibilidad finísima."
·Elitismo Intelectual: Aunque irónico y
humilde, Borges era también "elitista." Admiraba a "quienes
pensaban mucho y bien," lo que podría explicar por qué escribía para
aquellos con "paciencia o hambre de pensamiento."
·Miedo a la Vulgaridad: En su fuero íntimo,
tenía "miedo de ser simple o vulgar, de caer en la obviedad. Por eso a veces elegía lo difícil, lo
encriptado."
·Distancia del Maestro: No era un maestro que
"baja del escenario para acercarse," sino "un viejo sabio que
murmura desde una torre de libros." Comprenderlo requiere esfuerzo y, a veces, ayuda.
3. La Filosofía del Lenguaje de Borges: Imperfección,
Juego y Aproximación
La
conversación filosófica revela la profunda fascinación y escepticismo de Borges
hacia el lenguaje, considerándolo una herramienta fundamentalmente imperfecta
para capturar la realidad.
·Escepticismo y Fascinación: Borges era
"profundamente escéptico —y a la vez fascinado— con respecto al
lenguaje." No creía que las palabras pudieran "capturar la realidad
tal como es."
·La Palabra como Representación Arbitraria: Una palabra "no es
la cosa en sí. Es una representación arbitraria, frágil y convencional."
·Citando El idioma analítico de John
Wilkins, Borges ironiza sobre la artificialidad de la clasificación:
"No hay clasificación del universo que no sea arbitraria y
conjetural."
·Las palabras son "símbolos, y como
todo símbolo, son imperfectos."
·La Conversación y el Intercambio Social: A pesar de su
imperfección, las palabras permiten "intercambiar significados y construir
acuerdos" a través de un "pacto implícito."
·Para Borges, "hablar es siempre un
acto de aproximación, no dé certeza."
·Borges "no desprecia el hecho social
del lenguaje." Admiraba el "lenguaje oral, el diálogo, el modo en que
una conversación puede aclarar una idea que parecía imposible de expresar por
escrito."
·El lenguaje es una forma de "crear el
mundo entre todos," fundamental para la "comunidad, la historia, la
memoria."
·La Paradoja del Lenguaje en Borges: Desconfía de que las
palabras puedan decir la verdad, pero ama el lenguaje "como quien ama un
juego infinito, donde cada palabra puede abrir mundos."
·Conceptos clave:
·"El lenguaje es un sistema de
equívocos compartidos."
·"La palabra es un símbolo, pero ¿de
qué cosa exacta? De una emoción que acaso nunca se repetirá."
·En Resumen (sobre el lenguaje): Es una "herramienta
imperfecta" para nombrar el mundo.
·Su valor radica en que permite
"comunicarnos, socializar, imaginar y reflexionar," a pesar de no ser
exacta.
·La conversación es un "juego de
símbolos," con límites, pero también belleza.
·Más que representar fielmente la realidad,
el lenguaje es una forma de "acercarnos a ella entre todos, aunque nunca
la capturemos del todo."
En
síntesis, la complejidad de Borges no es un mero capricho, sino un reflejo de
su profundo pensamiento, su personalidad introspectiva y su particular visión
del lenguaje como un juego de aproximaciones y sugerencias más que de verdades
absolutas. Su obra invita al lector a un viaje intelectual desafiante, donde el
sentido a menudo se encuentra en el proceso de desentrañar el laberinto, y no
en una salida claramente marcada.
El texto es un homenaje de Kuki a su amigo Juan Fernando
Gómez Rinesi, destacando su extraordinaria inteligencia y versatilidad.
Comienza describiendo la capacidad innata de Juan Fernando para
aprender y resolver problemas en diversas áreas, desde la medicina
hasta la electrónica. Se narran anécdotas que ilustran su ingenio y
curiosidad inagotable, como la construcción de un órgano electrónico o un
automóvil desde un kit. El autor también resalta su generosidad al
ayudar a otros con problemas técnicos y su peculiar
personalidad, incluyendo su tabaquismo y la puerta siempre abierta de su
casa. Finalmente, la crónica reflexiona sobre la naturaleza del genio y
la creatividad, sugiriendo que la "inconstancia" de Juan Fernando
era en realidad una insaciable sed de conocimiento.
Principio del formulario
Juan Fernando Gómez Rinesi - Un Perfil de Genialidad y
Singularidad
Este
documento ofrece una semblanza profunda y afectuosa de Juan Fernando Gómez
Rinesi, destacando su extraordinaria inteligencia, su insaciable curiosidad y
su sorprendente versatilidad en múltiples campos del conocimiento y la
creación. A través de anécdotas personales compartidas por su amigo Kuki, se
revela a Juan Fernando como una mente brillante, un solucionador de problemas
innato y una figura querida por quienes lo rodeaban, a pesar de sus
peculiaridades. El texto explora su trayectoria desde alumno destacado hasta
profesor titular de Clínica Médica, y su incursión apasionada en la
electrónica, la carpintería, la informática y la música, siempre impulsado por
el desafío de crear y entender. También se abordan sus hábitos y la percepción
de su "genialidad" o "locura" por parte de sus amigos.
Temas Principales y Puntos Clave
1. Inteligencia Excepcional y Capacidad de Aprendizaje
·Rapidez y Certeza en las Respuestas: Desde sus inicios como
alumno, Juan Fernando sorprendía por la "seguridad y la contundente
rapidez de sus respuestas." Kuki inicialmente dudó si eran fruto de la
casualidad o de una "poco común riqueza subyacente."
·Aptitudes Inusuales y Lógica Aplastante: Tras plantearle
problemas disciplinarios e interdisciplinarios, Kuki se convenció de que
"unas aptitudes poco comunes nutrían esa mente. Iban sus respuestas,
muchas veces, más allá de lo esperado, sin grandilocuencias ni virtuosismos;
pero dotadas sí de una lógica aplastante."
·Dominio Multifacético: La capacidad de Juan
Fernando para sumergirse y destacar en campos tan diversos como la medicina, la
electrónica, la carpintería, la informática, la matemática, el derecho, la
música y la física es un tema recurrente. La frase "Parecía que no existiera
problema insoluble para él" resume esta habilidad.
·Entendimiento Intuitivo: Cuando se le preguntaba
si entendía los complejos problemas que le endilgaban fuera de su disciplina
médica, su respuesta invariable era: "ellos ya me explicaron lo que
necesitan." Esto sugiere una capacidad de síntesis y comprensión rápida de
lo esencial.
2. Pasión por la Creación y el Desafío
·La Inconstancia como Sed Creativa: El texto plantea la
pregunta: "¿Por qué la inconstancia es lo que expresa esa necesidad de
variar objetivos? quizás se trata nada más que de una insaciable sed de
crear?" Se concluye que no era un cambio por fracaso, sino una búsqueda
constante de nuevos horizontes basada en la "certeza."
·Electrónica: Dedicó años a la
electrónica, realizando experimentos que interferían con los artefactos de los
vecinos. Un ejemplo notable fue la construcción de un "órgano
electrónico" en su cama matrimonial, utilizando "una maraña de
cables, integrados, transistores y otros enseres." También construyó el sistema
de comunicaciones del Cardiocentro y reparó equipos complejos con
"solvencia y un lenguaje técnico tan complejo como inesperado."
·Carpintería: Tras
"divorciarse" de la electrónica, abrazó la carpintería. Transformó su
casa en un taller lleno de troncos, con los que "fabricaba cuanto elemento
se le ocurriera." Una anécdota destacable es la mesa rodante casi
terminada que nunca tuvo ruedas, porque "esas ruedas ya venían
hechas," implicando que el desafío estaba en la creación, no en el
ensamble de algo prefabricado.
·Informática: Coincidió con su
"etapa automotriz." Creó un programa didáctico
"excepcional" para aprender electrocardiografía. Llama la atención
que este programa se basara en una versión no autorizada y que, tras un robo
(propiciado por su costumbre de no cerrar la puerta), no hubiera "back
up," perdiéndose los "modelos matemáticos incorporados" debido a
su enfermedad.
·"Construcción" de un Automóvil: Con el pretexto de
estimular la creatividad de sus hijos, compró un "kit" de un
"booggy" y lo construyó en poco más de un mes. Para él, lo
trascendente no era ponerlo en la calle, sino "vencer al desafío. El logro
de culminar, al menos una vez, el horizonte avistado."
·Música: Incursionó en la música,
ejecutando "sin recato cualquier instrumento: acordeón, guitarra, piano… (parece que éste último fue su
preferido)."
3. Personalidad
Singular y Anécdotas Pintorescas
·Despreocupación por lo
"Intrascendente": Se menciona su cama con solo tres patas y
una lata de pintura como reemplazo, y la no devolución de libros "por lo
intrascendente." Esta característica subraya su enfoque en lo esencial o
el desafío, más que en los detalles convencionales.
·La Puerta Siempre Abierta: Su casa era un lugar de
encuentro constante para amigos, con la puerta "siempre abierta."
Esta costumbre llevó a una anécdota paradójica: un ladrón que huía de la
policía se escondió en su casa y fue encontrado durmiendo bajo su escritorio,
agradeciendo la "hospitalidad."
·Médico de la Cárcel: Era "médico oficial
de alto nivel jerárquico de la cárcel penitenciaria, donde era conocido y
querido por todos los reclusos." Esta conexión le permitió recuperar parte
de los equipos robados.
·Tabaquismo Patológico: Una
"contrapartida" a sus virtudes era su adicción al tabaco. Se describe
un cenicero inmenso siempre "repleto de colillas." A pesar de las
censuras, él manejaba su adicción con humor: cuando se abstenía, "Sólo
accionaba el teclado de la computadora con su mano izquierda. Si le
preguntábamos el por qué, respondía con su personal candor: 'porque la derecha
es para fumar'."
·Solucionador Universal de Problemas: Muchos amigos recurrían
a él para resolver problemas informáticos, desde virus hasta tesis de maestría
o programas de posgrado. "Todo lo resolvía Juanfe, aparentemente, sin
errores, marchas o contramarchas."
4. Impacto y Legado
·Creación del Área de Informática en la
Facultad de Medicina: En 1996, la Facultad de Medicina le
encomendó esta tarea, logrando "mucho se avanzó en ese campo." Se
destaca la impresión de las primeras revistas informáticas y dos libros electrónicos
de la Cátedra.
·Edición de "medsalud.com": Fue responsable de la
edición de esta "página electrónica con información extendida a
profesionales, alumnos, y a la comunidad en general," que ha perdurado por
más de una década.
·Inspiración para la Teoría de Inteligencias
Múltiples:
La experiencia de Kuki con Juan Fernando le permitió "asumir que Juan
Fernando fue una persona inteligente y aceptar con más rapidez la teoría de las
inteligencias múltiples."
·Un Personaje Inolvidable: El autor lo describe como
"el personaje querido e inolvidable, que todos deseamos tener, la persona
quien con solo explicarle someramente y en pocas palabras o solo con insinuar
implícitamente algún problema podíamos llegar a escuchar un discurso lleno de
lógica."
5. Reflexiones sobre la Genialidad y la Locura
·Clasificación de "Psicodiferente"
o "Loco": Walter lo clasificaba como "psicodiferente,"
mientras que Kuki y Miguel lo llamaban "loco." Esta percepción se
conecta con la cita de Diderot, quien, recuperando ideas milenarias, afirmaba:
"... cuan parecidos son el genio y la locura! ¨Aquellos a los que el cielo
ha bendecido o maldecido están más o menos sujetos a estos síntomas, los
padecen con más o menos frecuencia, de manera más o menos violenta. Se los encierra
o encadena o bien se les erigen estatuas..."
·La Grandeza y la Envicia: El texto concluye que
"La grandeza es un patrimonio que sólo pueden ostentar las mentes que se
saben superiores," y que "no merecen, en consecuencia, comentario
adicional, la mezquindad... y por qué no, la envidia. Ni hablar de la codicia .
¡ Que lujo existencial es ser tal como se es!" Esto sugiere que la
singularidad de Juan Fernando podía generar incomprensión o envidia en otros.
Conclusión
Juan
Fernando Gómez Rinesi emerge de estas crónicas como una figura fascinante y
polifacética, cuya vida estuvo marcada por una inteligencia desbordante y una
inagotable sed de conocimiento y creación. Desde su brillantez académica en
medicina hasta sus aventuras en la electrónica, la carpintería, la informática
y la música, demostró una capacidad única para enfrentar y superar cualquier
desafío. Sus peculiaridades personales, como la puerta abierta de su casa o su
humor frente al tabaquismo, no hacen más que subrayar la autenticidad de un
"genio" que, para sus amigos, era simplemente "loco" en el
sentido más cariñoso y admirativo del término. Su legado perdura no solo en sus
contribuciones tangibles, sino en el impacto que tuvo en las vidas de quienes
tuvieron el privilegio de conocerlo.