Rodrigo Quian Quiroga en su libro “Borges y la Memoria” de editorial
Sudamericana, año 2011 página 186, formula una pregunta muy interesante. ¿Qué
sentido tiene estudiar si la gran mayoría de lo que estudiamos se perderá en el
olvido? Y se responde diciendo: “Por suerte, tantas horas de estudio no fueron
en vano debido a que las memorias episódicas (de eventos, cosas que nos pasan)
genera memorias semánticas (de conceptos). Por ejemplo, no recuerdo ninguna de
las clases en las que estudié integrales en Análisis Matemático I, pero sí
recuerdo como integrar. He olvidado los episodios, pero ha quedado el
concepto”.
La respuesta lleva implícita algunas nociones básicas sobre memoria, como
que existen conceptos que son indelebles y que para generar nueva memoria es
indispensable poseer memoria previa. Probablemente esto último sea el motivo
por el cual los niños menores de dos años no generan memoria explícita a largo
plazo, no tienen memoria previa con que asociar las nuevas. Para que se genere
nueva memoria es necesario poseer memoria previa, al niño le lleva dos años
generarla. La memoria se genera asociando conceptos.
Esto explica porque es importante estudiar y no solo temas
específicos. Estudiar es la forma de enriquecer nuestra memoria semántica o enciclopedia
de conceptos, lo que facilitará la creación de nuevas memorias. Cuando más rica
es nuestra red conceptual más se posibilita la generación de nuevas redes
conceptuales. Explica también porque, solo el que sabe pregunta.