lunes, mayo 05, 2025

SESGO DE CAUSALIDAD: Factores subyacentes

 


Se enumera los factores que subyacen a la ilusión de causalidad, es decir, nuestra tendencia a percibir relaciones de causa y efecto donde no las hay realmente. La medicina, por su complejidad e incertidumbre, es un terreno fértil para estos sesgos, a continuación, se explican cada uno de los puntos:

1.      Mecanismo exagerado de detección de patrones: El cerebro humano tiende a ver patrones incluso en datos aleatorios. Reconocer regularidades en el entorno (como el movimiento de un depredador entre los arbustos o la relación entre nubes oscuras y lluvia) fue adaptativo. Sin embargo, esta tendencia se volvió hiperactiva: detectamos patrones incluso en ruidos aleatorios, coincidencias o correlaciones espurias. Este mecanismo fue útil evolutivamente (mejor prevenir que curar), pero puede llevarnos a ver relaciones causales inexistentes.

2.      Salto de la correlación a la causa: A menudo, cuando dos cosas ocurren juntas (correlación), asumimos erróneamente que una causa la otra. Sin embargo, la correlación no implica causalidad. Ver que dos eventos ocurren juntos lleva a asumir que uno causa al otro, cuando en realidad puede tratarse de una coincidencia, una causa común o incluso una inversión de causa-efecto

3.      Atracción hacia las narraciones coherentes: Preferimos explicaciones que formen historias lógicas y fáciles de entender, aunque no sean verdaderas. Una historia bien contada puede parecer más cierta que una más compleja o ambigua.

4.      Escasa información: Cuando tenemos poca información, tendemos a rellenar los vacíos con suposiciones causales, aumentando el riesgo de error.

5.      Efectos marcos: La forma en que se presenta la información (el “marco”) influye en cómo la interpretamos y puede llevarnos a conclusiones causales incorrectas. No cambiamos nuestras decisiones solo por los hechos, sino por cómo nos los comunican.

6.      Ignorar la tasa base: Se refiere a desestimar datos estadísticos generales (como la prevalencia o frecuencia base de una enfermedad) en favor de detalles anecdóticos o recientes, lo que puede distorsionar el juicio causal.

7.      Confianza excesiva: Sobreestimamos nuestra capacidad para entender y predecir el mundo, lo que nos lleva a conclusiones causales infundadas con gran seguridad.

EJEMPLOS EN LA PRÁCTICA MÉDICA

1. Mecanismo exagerado de detección de patrones

Ejemplo en medicina:
Un médico nota que varios pacientes con cefalea mencionan haber consumido chocolate antes del episodio. Comienza a pensar que el chocolate "causa" migraña, cuando en realidad podría ser una coincidencia o un síntoma prodrómico que provoca el deseo de consumirlo.

Comentario: Es un ejemplo típico de ver patrones donde tal vez solo hay azar o múltiples variables no controladas.


2. Salto de la correlación a la causa

Ejemplo en medicina:
Observas que los pacientes que reciben vitamina C intravenosa en la guardia parecen mejorar de cuadros gripales en dos o tres días. Concluyes que la vitamina C “cura” la gripe, sin considerar que esa duración es común en la evolución natural del proceso viral.

Comentario: Correlación no implica causalidad. El sesgo surge por no controlar otros factores (como el tiempo o el sistema inmune).


3. Atracción hacia las narraciones coherentes

Ejemplo en medicina:
“Don Pedro dejó de fumar y a los seis meses se curó del asma. Claramente, dejar de fumar lo salvó.” La historia es perfecta, aunque clínicamente la relación directa entre tabaco y asma no siempre es tan lineal ni suficiente para explicar la mejoría.

Comentario: Las historias bien estructuradas son emocionalmente convincentes, pero científicamente pueden ser engañosas.


4. Escasa información

Ejemplo en medicina:
Ante un síntoma atípico en un paciente con fiebre, haces un diagnóstico de enfermedad exótica basada en un solo dato aislado sin esperar estudios complementarios ni la evolución clínica.

Comentario: Ante la falta de información, el cerebro completa con hipótesis poco fundamentadas. “Más vale tener una explicación que ninguna”.


5. Efectos marcos (framing)

Ejemplo en medicina:
Ofreces un tratamiento diciendo: “Este fármaco reduce la muerte en un 30%”, lo que suena muy beneficioso. Pero si dices: “Pasamos de una mortalidad del 10% al 7%”, el efecto parece menos impresionante.

Comentario: El mismo dato expresado de otro modo puede alterar la percepción del médico y del paciente sobre su utilidad o urgencia.


6. Ignorar la tasa base

Ejemplo en medicina:
Ordenas una tomografía para descartar un tumor cerebral en un joven con cefalea y ansiedad, basándote solo en un caso raro que recuerdas, sin considerar que la tasa base o prevalencia de tumor en jóvenes con cefalea es muy baja.

Comentario: Es un sesgo muy común: dejamos que un caso impactante domine el juicio clínico, ignorando las estadísticas poblacionales.


7. Confianza excesiva

Ejemplo en medicina:
Un profesional prescribe antibióticos para faringitis viral porque “siempre lo ha hecho y los pacientes mejoran”, sin tener en cuenta que la mejoría probablemente se deba al curso natural de la enfermedad.

Comentario: La experiencia mal interpretada y la falta de autocrítica refuerzan errores de juicio clínico con mucha seguridad.

 

ILUSIÓN DE CAUSALIDAD

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