domingo, diciembre 28, 2025

OSCAR CAÑETE: NADA, FICCIÓN Y UN PARÉNTESIS


 

PODCAST 


(Literatura digital)

Introducción:

Hay una sensación que nos visita con frecuencia, una especie de niebla sutil en el centro de la rutina. La reconocemos en esos días que parecen perder densidad: una reunión de trabajo se evapora de la memoria al instante, un largo scroll por el feed de noticias no deja ninguna impresión duradera. Los eventos se suceden, pero no se anclan; avanzamos, pero sin sentir el peso fértil de la experiencia.

En medio de esta deriva, una frase del Bioquímico Oscar R. Cañete, extraída de su libro "Tratando de pasarla en el VIVIR" se queda rondando en la mente. No es una sentencia que busque convencer, sino una de esas raras observaciones que consiguen acompañar un estado. Su poder no está en definir, sino en reflejar. Al desgranarla, descubrimos una herramienta asombrosamente lúcida para navegar nuestra realidad. La frase tiene implícita tres lecciones para la vida diaria:

1.  No es Vacío, es una "Mezcla" Confusa. La clave está en la palabra "mezcla".

Cañete no describe un mundo completamente vacío ni uno totalmente falso. Habla de algo mucho más confuso, íntimo y cotidiano: una combinación de ambos elementos que se entrelazan en nuestra experiencia diaria. La "nada" no aparece aquí como un concepto filosófico, sino como esa experiencia concreta del día que avanza sin dejar huella, del tiempo que transcurre sin acumularse como significado.

Frente a esa falta de densidad, emerge la "Ficción". No la ficción de la literatura que revela verdades, sino la actuación cotidiana, la puesta en escena. Es, como escribe Cañete, "la vida dicha más que vivida". Aquí yace una de las intuiciones más profundas del texto, una que el propio autor desvela con una línea crucial: "Cuando el sentido flaquea, el discurso se multiplica". La mezcla, entonces, no es un accidente; es un mecanismo de defensa. La performance se apresura a llenar el vacío que deja un sentido ausente.

2. La Honestidad está en el Paréntesis

La frase completa, sin embargo, esconde su parte más reveladora al final. Es un detalle que lo recontextualiza todo.

"Vivimos una mezcla de nada y ficción (amanecí muy pesimista)"

Y es aquí, en el paréntesis, donde encuentro la clave más honesta de toda la frase. Con esta simple aclaración, el autor transforma lo que podría ser un diagnóstico universal en una confesión personal y vulnerable. Oscar se baja del pedestal del analista para decirnos: "esto lo veo así hoy, desde este ánimo".

Este acto de nombrar su pesimismo es el antídoto perfecto para la misma "ficción" que describe. Al admitir su estado, rechaza la "puesta en escena" de la certeza y le infunde a la sentencia una humanidad radical. La observación no se clausura; se explica. Y al hacerlo, deja abierta la posibilidad de que mañana, desde otro lugar, la mezcla que percibamos sea completamente diferente.

3. La Sabiduría de lo Dicho sin Solemnidad

El don de Oscar Cañete reside en su estilo. Sus observaciones son agudas, pero siempre dichas en voz baja, sin la pretensión de dictar una verdad inamovible. El poder de su frase no nace de la queja ni de la sentencia, sino de ser un comentario compartido, casi un susurro, con la confianza de quien escribe para entenderse a sí mismo y, de paso, acompañar a otros.

Este enfoque logra que ideas que podrían ser graves no pesen. En un mundo sobresaturado de "ficciones" grandilocuentes y discursos enfáticos, esta falta de solemnidad es en sí misma una forma de sabiduría. Cañete nos recuerda que las verdades más significativas a menudo no necesitan gritar. Se presentan como una perspectiva que nos acompaña al caminar, un recordatorio de que vivir, al fin y al cabo, es también tratar de pasarla, incluso en los días en que uno amanece así.

Conclusión: ¿Qué Hacemos con Nuestra Propia Mezcla?

La frase de Cañete no es una condena, sino una herramienta de observación. Nos invita a mirar nuestra propia vida —esa combinación particular de momentos densos y actuaciones cotidianas— con mayor honestidad y menos dramatismo. Nos recuerda que nuestra percepción siempre está teñida por nuestro estado, y que reconocerlo es el primer paso para entendernos.

 

Oscar R Cañete. “Vivimos una mezcla de nada y ficción (amanecí muy pesimista)”. Frase número 339, página 65, de su libro “Tratando de Pasarla en el Vivir”, Corrientes Argentina

 


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