(Literatura digital)
UN MISMO MECANISMO COGNITIVO
¿Qué tienen en común un historiador analizando un papiro,
una persona recordando su infancia y un médico evaluando un síntoma? A primera
vista, poco. Sin embargo, en su núcleo cognitivo, los tres realizan la misma
operación: ajustar probabilidades basándose en huellas del pasado.
1. La ilusión de la verdad absoluta
Ninguna
de estas disciplinas accede a una realidad inamovible. Al contrario, todas
trabajan con fragmentos:
·
La Historia: No revive hechos;
interpreta rastros. Cada nuevo documento no cambia lo que pasó, pero sí
transforma lo que entendemos de ello.
·
La Memoria: No es un video grabado
en nuestra mente, sino un proceso dinámico. Recordar es, en realidad, un acto
de reconstrucción y reescritura constante.
·
El Diagnóstico: No es una revelación
mágica. Es un cálculo donde el médico suma evidencia a una sospecha inicial
para acercarse a una conclusión más precisa.
2. El Teorema de Bayes: La matemática del
aprendizaje
Este mecanismo de "actualización" fue
formalizado por Thomas Bayes en el siglo XVIII. Su
premisa es tan simple como poderosa: conocer no es confirmar
certezas, sino ajustar creencias.
La
lógica bayesiana se resume en este ciclo:
1. Creencia previa: Lo que creemos saber
antes de mirar.
2. Nueva evidencia: El dato, el rastro o el
síntoma que observamos.
3. Probabilidad posterior: La actualización de
nuestra creencia original.
Conclusión: Tres nombres para un mismo
proceso
La
observación no borra lo que sabíamos, sino que lo matiza. Dependiendo del
escenario donde apliquemos este ajuste de probabilidades, le damos un nombre
distinto:
·
En los archivos, se llama Historia.
·
En la intimidad de nuestra mente, se llama Memoria.
·
En el consultorio médico, se llama Diagnóstico.
En definitiva: No descubrimos verdades;
aprendemos a actualizar nuestras dudas.


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