EVOLUCIÓN CULTURAL HUMANA

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1. Introducción

Este documento analiza el texto "CULTURA Y EVOLUCIÓN" de Miguel Héctor Ramos, médico cardiólogo y ex profesor de semiología, publicado en su blog el 09 de diciembre de 2013. El autor explora la relación entre cultura y evolución humana, basándose en las ideas de Mark Pagel y Michael Gazzaniga y analiza cómo esta ha moldeado nuestra evolución genética y social.

La evolución cultural es una capacidad única de la especie humana para la cultura. Esta capacidad se basa en dos pilares fundamentales: el aprendizaje social y la teoría de la mente.

Aprendizaje social: Permite copiar comportamientos a través de la observación.

Teoría de la mente: Permite atribuir estados mentales a otros, comprendiendo sus motivaciones.

La cultura es lo que nos hizo humanos y nuestra estrategia para sobrevivir se basa en la transmisión de tecnología y habilidades.

La supersociabilidad y el lenguaje surgieron como adaptaciones a la vida social y cultural.

El desarrollo de la capacidad para la cultura, hace aproximadamente 200.000 años, determinó la aparición del Homo Sapiens. Hace unos 60.000 años, se aceleró el proceso evolutivo con la salida de los humanos modernos de África, y hace 40.000 años se produjo un cambio en la selección positiva, coincidiendo con el florecimiento de la cultura. Se destaca que existen genes de evolución rápida que constituyen la predisposición genética para la cultura.

Además, se señala que la cultura evolucionó gradualmente mediante la adaptación cultural acumulativa. El conocimiento, las habilidades y las técnicas mejoran y se diversifican a medida que las personas se imitan, modifican y combinan objetos. La cooperación es fundamental en este proceso, y los humanos cooperan incluso con individuos no emparentados, mostrando una gran orientación hacia el grupo, es  lo que se llama "supersocial".

Un factor importante en la evolución cultural fue la crisis social provocada por el robo visual (la capacidad de apropiarse de las ideas de otros). Para solucionar esto, evolucionaron reglas sociales y psicológicas que posibilitan el intercambio de ideas sin temor a la explotación.

También se menciona que las características únicas de la psicología humana, como las normas, la moral, las expectativas de equidad y la tendencia a la agresión moralizante, evolucionaron para vigilar a quienes pudieran explotar el sistema cooperativo. El lenguaje, esencial para la cooperación e intercambio, evolucionó como una tecnología social para gestionar tratos, coordinar actividades y difundir la reputación.

La diversidad de habilidades en los humanos también se explica por la cultura, ya que, al facilitar el intercambio de habilidades, bienes y servicios, los individuos se especializaron en sus mejores tareas. Las culturas domesticaron y diferenciaron a los humanos según su talento, propiciando la coexistencia de habilidades diversas. De esta manera, se considera que la historia de nuestra especie humana es el triunfo progresivo de la cooperación sobre el conflicto.

Se menciona genes como MCPH1 y ASPM que están relacionados con el tamaño del cerebro y que han experimentado selección positiva, coincidiendo con la emergencia de los humanos modernos y la expansión de la agricultura. Estos genes, al igual que otros genes de evolución rápida, demuestran la predisposición genética para la cultura. Se destaca que el cerebro humano sigue evolucionando.

Blog Original. Cultura y Evolución

 

Homo Sapiens:

Reino: animal

Orden: primate

Familia: Homínidos (el primer homínido fue el Australopithecus)

Género: Homo.

Especie humana: Homo Hábilis, Homo Erectus; Homo Neanderthal, Homo Floresiensis, Homo Sapiens.

Primero hombre moderno: Hombre de Cro-Magnon

 

 

Bibliografía

1. Adaptados a la cultura. Pagel, Mark. 60, Barcelona : Prensa Científica S.A., Mayo/Junio de 2013, Mente Y Cerebro Investigación y Ciencia, págs. 22-26. ISSN1695-0887.

2. Gazzaniga, Michael. ¿Qué nos hace humanos? La explicación científica de nuestra singularidad como especie. Barcelona : Ediciones Paidos Ibérica. Espasa Libros, S.L.U., 2010. págs. 24-50