Anoche celebramos
el cumpleaños de Gustavo y Miguel. Después de la cena y pasada la medianoche,
José propuso que nuestro grupo de trasnochadores analizara el mensaje que Willy
nos había enviado sobre el texto 'El Tiempo' del escritor brasileño José Luis Ricchetti,
que dice así:
“Hay un silencio que llega con los años, y no
es sólo la ausencia de ruido, sino la suave transición entre lo que éramos y lo
que nos hemos convertido. A los 65 años, empiezas a sentir la sutileza del
desapego. La sala que alguna vez palpitó con tus ideas ahora parece llena de
voces que ya no piden tu opinión. No es un rechazo, es el ritmo de vida.
Es entonces
cuando aprendemos que nuestra contribución no está en el presente inmediato,
sino en las huellas que dejamos en los corazones y las mentes a lo largo del
camino, te das cuenta que el mundo empresarial, que alguna vez fue tan vital,
está en constante cambio. Él te sigue, indiferente a lo que hiciste o no
hiciste. No es una derrota, es una liberación.
Este es el
momento de mirarte a ti mismo, despojarte de tu ego y revestirte de serenidad.
Ya no se trata de demostrar, sino de enseñar, compartir, vivir.
El verdadero
logro no es lo que presumes, sino lo que inspiras.
A los 70 la
sociedad parece olvidarte, pero lo que ocurre es que llegaste a otro estado del
ser. Quizás sea sólo una invitación a revaluar lo que realmente importa. Los
jóvenes no te reconocerán por lo que eras, y eso es una bendición disfrazada:
ahora puedes ser quien eres. Sin máscaras, sin títulos, sólo la esencia.
Los viejos
amigos, aquellos que no preguntan “quién eras” sino “cómo estás”, se convierten
en joyas preciosas, diamantes que brillan en el ocaso de la vida.
Y luego, a los 80
o 90 años, es la familia la que, en las prisas, se aleja un poco más. Pero ahí
es donde la sabiduría nos abraza con fuerza. Entendemos que el amor no es
posesión: es libertad.
Tus hijos, tus
nietos, siguen sus vidas, como tú seguiste la tuya. La distancia física no
disminuye el afecto, pero enseña que el verdadero amor es generoso, no
exigente.
Cuando la Tierra
finalmente nos llame, no hay motivo
para temer. Es el último baile de un ciclo natural, el cierre de un capítulo
escrito con sudor, lágrimas, risas y recuerdos. Pero lo que queda, lo que nunca
será realmente eliminado, son las marcas que dejamos en las almas que tocamos.
Por eso, mientras
haya aliento, energía, mientras el corazón lata constantemente, vivamos
intensamente. Abraza los encuentros, ríe a carcajadas, disfruta de los placeres
simples y complejos de la vida; simplemente, ama. Cultiva tus amistades como
quien cuida un jardín. Porque, al final, lo que queda no son los logros, ni los
títulos, ni los aplausos. Lo que queda son los vínculos, los momentos
compartidos, la luz que difundimos.
Sé luz, sé
presencia y tendrás eternidad.”
José Luis Ricchetti.
Escritor brasileño "Los caminos del tiempo"
Se lo dedico a
todos los que entienden que el tiempo no borra, sólo transforma.
Literatura Digital
El texto de
José Luis Ricchetti, "Los caminos del tiempo", es una profunda
reflexión sobre el paso del tiempo y cómo este transforma la percepción de la
vida, el valor de las relaciones humanas y el significado de la existencia. A
través de una prosa poética y evocadora, Ricchetti nos guía por las diferentes
etapas de la vejez, desentrañando las lecciones que cada una ofrece.
Análisis detallado del texto:
- El
silencio de los años (65 años):
- Ricchetti
introduce la idea de un silencio que no es mera ausencia de ruido, sino
una transición interna. Es el momento en que uno comienza a desprenderse
de la necesidad de protagonismo y reconocimiento externo.
- La
"sala que alguna vez palpitó con tus ideas" simboliza el
espacio donde uno ejercía influencia y participación activa. La sensación
de que las voces ya no piden opinión no es rechazo, sino aceptación del
flujo natural de la vida.
- La
contribución se desplaza del presente inmediato a las "huellas que
dejamos en los corazones y las mentes", marcando un cambio de
enfoque hacia el legado emocional y personal.
- la
"liberación" que comenta al escritor, es una liberación del
ego, y de las ataduras materiales del pasado. En el texto, Ricchetti
describe cómo, al envejecer, uno experimenta un cambio en la percepción
de la vida. Parte de este cambio implica una "liberación", que
se refiere a un proceso de desprendimiento de:
- El ego:
- El ego se
puede entender como esa parte de nosotros que busca reconocimiento,
validación externa y poder. Es la necesidad de sentirnos importantes, de
tener razón, de ser admirados.
- En las
etapas tempranas de la vida, el ego a menudo impulsa nuestras acciones:
buscamos el éxito profesional, el reconocimiento social, la acumulación
de logros.
- Sin
embargo, a medida que envejecemos, Ricchetti sugiere que podemos
liberarnos de esta necesidad constante de validación externa. Nos damos
cuenta de que el verdadero valor no reside en lo que otros piensan de
nosotros, sino en nuestra propia esencia y en las conexiones que hemos cultivado.
- Una
persona con el ego alto, se puede tomar las cosas de manera personal, y
puede sentir rechazo cuando se siente que sus opiniones no son
relevantes, por eso, la liberación del ego, es un momento de paz.
- Las
ataduras materiales del pasado:
- Estas ataduras
se refieren a la tendencia a aferrarnos a posesiones materiales, roles
sociales, logros pasados y expectativas.
- A lo
largo de la vida, acumulamos objetos, títulos, experiencias y recuerdos
que pueden llegar a definir nuestra identidad.
- La
"liberación" implica reconocer que estas cosas no son
esenciales para nuestra felicidad y bienestar. Es aceptar que la vida
está en constante cambio y que debemos soltar aquello que ya no nos
sirve.
- Las
ataduras materiales, muchas veces provocan que la persona se aferre a
situaciones laborales o personales, solamente por lo que representan, o
por lo que se invirtió en ellas, y no por que en verdad las disfrute.
- la
liberación de estas ataduras, es un proceso que le permite a la persona
vivir el presente, sin las cargas del pasado.
- Es un
reconocimiento de que la verdadera riqueza de la vida reside en las
experiencias, las relaciones y la conexión con nuestra propia esencia,
más que en la acumulación de logros externos.
- La
revaluación de la esencia (70 años):
- La
aparente invisibilidad social no es olvido, sino una invitación a la
introspección y a la revalorización de lo esencial.
- "Ser
quien eres, sin máscaras, sin títulos" resalta la importancia de la
autenticidad y la liberación de roles sociales impuestos.
- La
relevancia de los "viejos amigos" subraya el valor perdurable
de las conexiones genuinas.
- La
libertad del amor (80-90 años):
- La
distancia familiar no implica falta de afecto, sino la comprensión de que
el amor es libertad y generosidad, no posesión.
- "Tus
hijos, tus nietos, siguen sus vidas, como tú seguiste la tuya.",
esta frase hace tomar conciencia que la vida es cíclica, y que cada
persona debe vivir su propia vida.
- El último baile
(la muerte):
- La muerte
se presenta como un cierre natural de un ciclo, sin temor ni angustia.
- "las
marcas que dejamos en las almas que tocamos" es lo que realmente
trasciende, enfatizando el impacto de nuestras acciones y relaciones en
la vida de los demás.
- El llamado
a vivir intensamente:
- Mientras
haya vida, se debe abrazar cada momento, cultivar las relaciones y
difundir luz.
- "Sé
luz, sé presencia y tendrás eternidad." esta frase resume el mensaje
central del texto: la verdadera trascendencia radica en la conexión
humana y el impacto positivo que dejamos en el mundo.
- El tiempo
transforma, no borra:
- Esta
frase final encapsula la esencia de la reflexión: el tiempo no elimina
nuestras experiencias, sino que las transforma, dándoles un nuevo
significado. La frase es una forma concisa de expresar una idea compleja
sobre cómo el tiempo afecta nuestras vidas. Para desglosarla mejor,
veamos cada parte:
- "El tiempo transforma":
- Esto
significa que el tiempo cambia la forma en que experimentamos y
percibimos nuestras vivencias.
- No se
trata de que los hechos desaparezcan de nuestra memoria, sino de que su
significado y su impacto en nosotros se modifican.
- Por
ejemplo, un recuerdo doloroso de la juventud puede, con el tiempo,
transformarse en una lección valiosa o en un recuerdo agridulce.
- Las
experiencias, dependiendo el momento de la vida en que se recuerden,
tomaran distinta relevancia, y generaran distintas emociones.
- "No borra":
- Esta
parte enfatiza que el tiempo no elimina nuestras experiencias pasadas.
- Los
recuerdos, las emociones y las huellas de lo vivido permanecen en
nosotros, aunque puedan desvanecerse o transformarse.
- Las
experiencias vividas forman parte de nuestra personalidad, y son parte fundamental
de lo que somos en el presente.
- Incluso
aquellos recuerdos que parecen olvidados pueden resurgir en momentos
inesperados.
En esencia, la
frase sugiere que el tiempo es un proceso dinámico que moldea nuestras vidas,
en lugar de ser un simple agente de eliminación. Las experiencias pasadas no se
desvanecen por completo, sino que se integran en nuestra historia personal,
adquiriendo nuevos significados y contribuyendo a nuestra evolución como
individuos.
En resumen, el texto de Ricchetti es una meditación poética y profunda sobre la vejez y la sabiduría que esta conlleva. Nos invita a reflexionar sobre el verdadero significado de la vida, el valor de las conexiones humanas y la importancia de vivir con autenticidad y generosidad.
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