lunes, octubre 27, 2025

EXTINCIÓN Y VIDA EN LA TIERRA

 



(Literatura digital)

La palabra extinción suele evocar tragedia, pérdida y final. Sin embargo, cuando la observamos desde la perspectiva del tiempo profundo, se revela como un proceso natural, inevitable y esencial para la dinámica de la vida en nuestro planeta. La desaparición de unas especies ha sido, una y otra vez, la puerta de entrada para otras nuevas.

1. El 99,9% de la vida ya no está

Desde que surgió la vida, han existido millones de especies. Algunas estimaciones mencionan hasta 4.000 millones, aunque la cifra exacta sigue siendo incierta.
Pero el dato verdaderamente impactante es este: el 99,9% de todas las especies que alguna vez existieron ya se extinguieron.
Como señaló el paleontólogo David Raup (Universidad de Chicago), “en una primera aproximación, todas las especies están extintas”.

2. La vida media de una especie: cuatro millones de años

La existencia de una especie no es eterna. Para los organismos complejos, la duración promedio ronda los cuatro millones de años.
En la escala del tiempo geológico, una especie es apenas un instante fugaz. La vida, en su conjunto, persiste gracias a una sucesión ininterrumpida de nacimientos y extinciones.

3. ¿Tragedia o motor de la evolución?

Aunque la extinción representa una pérdida para sus protagonistas, biólogos y paleontólogos la consideran un motor esencial de la evolución.
Ian Tattersall, del Museo Americano de Historia Natural, lo resume así:

“La alternativa a la extinción es el estancamiento.”

Cada desaparición abre espacio a nuevas formas de vida mejor adaptadas. El equilibrio dinámico de la biosfera se mantiene gracias a ese relevo continuo.


Las grandes “megadinastías” de la vida terrestre

A lo largo de cientos de millones de años, distintos grupos de vertebrados dominaron los ecosistemas del planeta. Estas cuatro megadinastías marcaron eras completas de la historia natural.

1. Anfibios y reptiles primitivos (Paleozoico tardío)

  • Los anfibios fueron los primeros vertebrados en conquistar la tierra firme (Devónico y Carbonífero).
  • Los reptiles primitivos evolucionaron a partir de ellos, desarrollando el huevo amniótico, una verdadera cápsula de vida independiente del agua.
  • Gracias a ello, colonizaron ambientes secos y dominaron durante el Pérmico, convirtiéndose en la primera megadinastía plenamente terrestre.

2. Protomamíferos o reptiles mamiferoides (Pérmico y Triásico temprano)

  • Se trata de los sinápsidos, un grupo que combinaría rasgos de reptiles y mamíferos.
  • Fueron los animales dominantes durante el Pérmico y parte del Triásico, y su linaje daría origen más tarde a los mamíferos verdaderos.
  • Presentaban dientes diferenciados y una postura corporal más erguida: señales tempranas de su transición evolutiva.

3. Dinosaurios (Mesozoico: Triásico, Jurásico y Cretácico)

  • Aparecieron a mediados del Triásico, evolucionando a partir de los reptiles arcosaurios.
  • Constituyeron la megadinastía más icónica y duradera, reinando durante unos 165 millones de años.
  • Su dominio terminó abruptamente hace 66 millones de años con la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno.

4. Mamíferos (Cenozoico: Paleógeno, Neógeno y Cuaternario)

  • Surgieron durante la era de los dinosaurios, pero permanecieron pequeños y nocturnos.
  • Tras la desaparición de los grandes saurios, los mamíferos ocuparon los nichos vacíos y se diversificaron rápidamente.
  • Desde entonces dominan los ecosistemas terrestres, culminando con la aparición de la especie humana.

La vida actual: apenas una fracción de lo que fue

Las estimaciones sobre las especies actuales varían enormemente: se calculan entre 8,7 millones y más de 100 millones, aunque solo se han descrito formalmente entre 1,5 y 2 millones.
Es decir, apenas conocemos una pequeña parte de la vida que hoy habita el planeta… y una porción infinitesimal de la que alguna vez existió.


Reflexión final

La extinción no es el fin de la vida, sino una de sus condiciones.
Cada especie, incluida la nuestra, forma parte de ese gran ciclo de reemplazos y transformaciones. En última instancia, la historia de la Tierra es la historia de la renovación constante de la vida.

Fuente original: Bill Bryson. Una breve historia de casi todo

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